
Esta innovadora técnica de neuromodulación está avalada por la evidencia científica y es compatible con la lactancia y las dinámicas propias de la nueva maternidad
El Instituto de neuroestimulación UNNE, una empresa derivada de la UOC, ofrece este tratamiento, que cada vez se aplica a un mayor rango de enfermedades
La depresión posparto es una enfermedad ampliamente descrita con una incidencia cercana al 15 %, pero que según algunos especialistas puede ir en aumento debido al efecto de las redes sociales y la comparación de la propia maternidad con las imágenes perfectas que muestran las influencers. Afortunadamente, el desarrollo tecnológico también ha permitido la aparición en paralelo de un nuevo método para tratarla de forma efectiva y no invasiva: la estimulación magnética transcraneal (TMS, por sus siglas en inglés), una técnica de neuromodulación emergente, pero con una amplia evidencia científica que avala su potencial.
Dentro de las diferentes técnicas de neuromodulación —los procedimientos clínicos que alteran de forma dirigida la actividad del sistema nervioso a través de la estimulación eléctrica o magnética—, la estimulación magnética transcraneal "se ha mostrado muy eficaz en el tratamiento de la depresión, incluso en la resistente a los fármacos", apunta la doctora Elena Muñoz, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC y coinvestigadora principal del grupo Cognitive Neuroscience and Applied Data Science Lab (NeuroADaS Lab), adscrito a la unidad de investigación sobre salud digital, salud y bienestar de la UOC.
La neuropsicóloga clínica es también una de las fundadoras del Instituto de neuroestimulación UNNE, una empresa derivada de la UOC que ofrece este tratamiento cada vez más aplicado a un mayor rango de enfermedades. Muñoz destaca los beneficios de la TMS para las madres recientes con depresión posparto y también para los adolescentes, "ya que son dos periodos críticos en la vida en los que los tratamientos farmacológicos no son la mejor alternativa, por ser difícilmente compatibles con la lactancia y por los efectos secundarios que generan, que pueden interferir en la vida diaria de una persona joven".
Entre los beneficios de esta técnica de neuromodulación, la doctora Muñoz destaca principalmente la alta eficacia. Según un estudio de 2024, el 80 % de las personas tratadas con TMS reducen sus síntomas depresivos al menos un 50 %, e incluso en un 60 % de los casos remiten completamente. "Además, esta técnica tiene la ventaja añadida de que no es invasiva, reduce o incluso elimina el uso de fármacos y no tiene apenas efectos secundarios", añade.